Fuimos a la casa de Graciela todas juntas.
Graciela, Lucía y yo nos sacamos las camperas cuando entramos.
El papá de Graciela, rápidamente, volvió a desaparecer.
Estaba medio preocupada, pero justo a Lucía se le ocurrió mirar una cosa en la compu de Graciela.
Y justo...
RIIINNGGGG!!!! RRRIIINNNGGG!!!! RRRRRIINNNNGGG!!!
La mamá de Graciela dijo:
-¿Quién es?
-Somos los nenes que estaban tomando helado en la esquina.
¡Ja! Ni quiero que entren. Por esa mirada que nos dieron.
De ¡son feas!
Igual, la mamá de Graciela los dejó entrar.
Nos hicimos un poco amigos con ellos.
El del jopito, el primero que les mostré antes, con jopo, se llama Alberto pero le decimos Jopito.
Y el otro, el de los anteojos, se llama Ernesto y le decimos Pepón.
Jopito nos puso un partido de fútbol. La mamá de Graciela hizo pochoclos y vimos el partido.
Todos juntos.
El papá de Graciela, justo en ese momento, volvió.
De tanto ver el partido, nos aburimos.
Se aburrieron hasta Jopito y Pepón.
Le pedimos al papá de Graciela, que estaba de regreso, que nos lleve al parque.
Y nos llevó.
Pero antes de eso, me tropecé con un papel que decía algo misterioso.
Lo estudié con una lupa que estaba ahí tirada.
Mientras íbamos caminando, leí un poco de lo que decía.
Traté de descifrarlo.
¡Y era de un robo!
.
Justo en ese momento había una tienda de disfraces. Le pedimos al papá de Graciela que nos consiguiera uno para cada uno.
Fue divertido llevarlos puestos.
A mi me consiguieron el de Gatúbela.
A Lucía, el de la Superchica, hermana de Súperman.
A Jopito, d Batman,
A Pepón del Hombre Araña.
Y a Graciela el de Valiente.
Entonces jugamos y jugamos.
Nos hicimos tan amigos con Jopito y Pepón que pasamos por una librería y le pedimos un diario de amigos. No había, así que nos compramos uno que venía con un mapa de tapa dura.
Y hojas con corazones.
Y todos dijimos supimos que ese era el que íbamos a comprar.
CONTINUARÁ EN UN DIARIO DE AMIGOS!!!!!
Significa también un diario de Graciela, Lucía, Jopito, Pepón y yo.
HASTA LA PRÓXIMA!!!!!!
miércoles, 25 de mayo de 2016
miércoles, 11 de mayo de 2016
Invierno en la escuela (Sexta parte) - Unos chicos cool y un misterio chiquito
La película estaba re-genial. Lo raro era que el papá de Graciela se había ido hace dos horas y no había regresado.
Fui la única en la piyamada que se dio cuenta de eso.
La mamá de Graciela nos trajo unos pochoclos grandes. Está a punto de terminar la peli.
Lucía casi me hablar. Oculté mi diario abajo de mi falda.
Lucía me preguntó:
-¿Sabés dónde está el baño?
Sinceramente le dije dónde era y ella se fue.
Por suerte nadie se dio cuenta de que yo estaba escribiendo mi diario, como ahora.
La casa de Graciela es muy grande, para mí. Hasta tiene cámaras de seguridad.
Y en ese momento, llegó el papá. Con las cámaras tratábamos de averiguar qué había hecho el papá en todo ese tiempo. Era un misterio, esas cosas que podría haber hecho en el tiempo en que no lo vimos..
Justo llegó la hora de irse a la cama. Yo ya estaba en la cama y seguía escribiendo en mi diario.
Esperaré hasta que sea el nuevo día.
AL DÍA SIGUIENTE...
Nos levantamos y comimos chocolatinas con jugo. Fue re-rico.
Este día de invierno era muy lindo.
Todas nos pusimos la ropa porque íbamos a salir a pasear con la mamá y el papá de Graciela.
Todas nos habíamos puesto nuestras faldas.
De repente, con mucha velocidad, vino un chico y, rápidamente y jugando, nos levantó las faldas.
GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR.....
¡Qué enojada estoy! Debería darle vergüenza levantarle la falda a una chica.
Ese nene debe aprender una lección.
Y a mí, yo me ví y miren cómo me ví.
No puedo creer que haya hecho eso.
Y pasó de nuevo que el papá de Graciela desapareció.
El papá de Graciela ocultaba algo.
-Chicas ¿quieren venir a maquillarse? gritó Lucía.
Yo no sabía, pero como no quería decepcionarla le dije que sí.
Lucía había traído su maleta de pintura para chicas.
Y justo en ese instante, apareció una vez más el papá de Graciela.
Me estoy asustando de tanto que pase eso.
Nos empezamos a maquillar y quedamos que parecíamos modelos.
La mamá de Graciela nos prestó su celular.
Y nosotras nos sacamos fotos todas maquilladas.
Y justo volvió ese chico y nos miró con cara "de que eramos feas".
Me da rabia de pensarlo.
Además estaba a punto de terminar un helado.
Yo ya no soportaba que ese chico venga de nuevo.
Mejor, le voy a decir a los papás de Graciela que nos vayamos.
Nos fuimos.
Y me quedó la cara de ese pibe que se burlaba.
¡Además haciéndose el cancherito con ese jopito!
Y nos dimos cuenta, cuando nos íbamos, que tenía un amiguito que era peor.
Se hacía mucho más el canchero.
Era así:
Tengo que decir que este amigo era un poco más lindo.
A todo esto ¿dónde estaba el papá de Graciela?
¡Qué misterio misterioso!
CONTINUARÁ
LEAN OTRA PÁGINA DE MI DIARIO
Fui la única en la piyamada que se dio cuenta de eso.
La mamá de Graciela nos trajo unos pochoclos grandes. Está a punto de terminar la peli.
Lucía casi me hablar. Oculté mi diario abajo de mi falda.
Lucía me preguntó:
-¿Sabés dónde está el baño?
Sinceramente le dije dónde era y ella se fue.
Por suerte nadie se dio cuenta de que yo estaba escribiendo mi diario, como ahora.
La casa de Graciela es muy grande, para mí. Hasta tiene cámaras de seguridad.
Y en ese momento, llegó el papá. Con las cámaras tratábamos de averiguar qué había hecho el papá en todo ese tiempo. Era un misterio, esas cosas que podría haber hecho en el tiempo en que no lo vimos..
Justo llegó la hora de irse a la cama. Yo ya estaba en la cama y seguía escribiendo en mi diario.
Esperaré hasta que sea el nuevo día.
AL DÍA SIGUIENTE...
Nos levantamos y comimos chocolatinas con jugo. Fue re-rico.
Este día de invierno era muy lindo.
Todas nos pusimos la ropa porque íbamos a salir a pasear con la mamá y el papá de Graciela.
Todas nos habíamos puesto nuestras faldas.
De repente, con mucha velocidad, vino un chico y, rápidamente y jugando, nos levantó las faldas.
GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR.....
¡Qué enojada estoy! Debería darle vergüenza levantarle la falda a una chica.
Ese nene debe aprender una lección.
Y a mí, yo me ví y miren cómo me ví.
No puedo creer que haya hecho eso.
Y pasó de nuevo que el papá de Graciela desapareció.
El papá de Graciela ocultaba algo.
-Chicas ¿quieren venir a maquillarse? gritó Lucía.
Yo no sabía, pero como no quería decepcionarla le dije que sí.
Lucía había traído su maleta de pintura para chicas.
Y justo en ese instante, apareció una vez más el papá de Graciela.
Me estoy asustando de tanto que pase eso.
Nos empezamos a maquillar y quedamos que parecíamos modelos.
La mamá de Graciela nos prestó su celular.
Y nosotras nos sacamos fotos todas maquilladas.
Y justo volvió ese chico y nos miró con cara "de que eramos feas".
Me da rabia de pensarlo.
Además estaba a punto de terminar un helado.
Yo ya no soportaba que ese chico venga de nuevo.
Mejor, le voy a decir a los papás de Graciela que nos vayamos.
Nos fuimos.
Y me quedó la cara de ese pibe que se burlaba.
¡Además haciéndose el cancherito con ese jopito!
Y nos dimos cuenta, cuando nos íbamos, que tenía un amiguito que era peor.
Se hacía mucho más el canchero.
Era así:
Tengo que decir que este amigo era un poco más lindo.
A todo esto ¿dónde estaba el papá de Graciela?
¡Qué misterio misterioso!
CONTINUARÁ
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miércoles, 4 de mayo de 2016
Invierno en la escuela, de nuevo (Quinta Parte) - Un examen y una pijamada
UUUFFFFFFFF!!!!!! Por suerte fue nada más que un sueño.
Y no como el que había tenido la otra vez con las sandías.
Estas horribles sandías!!!!!!
Y otra cosa mala: ¡¡¡¡Hoy es el examen!!!!
Y no estudié nada.
Graciela seguro que se saca un sobresaliente.
Pero yo, no lo creo.
¿Y por qué no voy a estudiar con Graciela?
¿Ustedes qué piensan, amiguitos míos que leen mi diario?
¡Me debo apurar para cambiarme y llegar temprano a la escuela!
Me falta nada más que ponerme los zapatos.
Ya termino, ya termino.
- Mamá ¿puedo ir a estudiar a la casa de Graciela?
- Bueno, está bien. ¿Terminaste la tarea?
-Sí, mamá. Ya me voy. Chauuuu. Chauuu. Muá. Muá.
Por suerte es muy fácil convencer a mi mamá.
RRRRIINNNNNNG!!!!!!
-¿Quién es?
- Tu amiga Cecilia.
-Ya te abro,
- Hola Graciela.
- Hola.
-¿Me ayudás a practicar para el examen?
-Claro que sí. Me encanta sumar. Empezá con estos pequeños papeles.
Me falta un poco para terminar. El problema es que no sé si tengo que poner la A, la B o la C.
Mmmmmmmmmmmmmmmmmm. Voy a poner la A.
- Graciela ¡terminé!
- A ver...
- Te equivocaste. Había que poner la B. Y también te equivocaste en la dos.
Por eso les digo que Graciela es la más estudiosa.
Sabe cualquier cosa que yo no sé.
De matemáticas, por supuesto.
Hablando de cosas que me salen bien, le voy a preguntar a Cecilia qué hora es.
Espero que no sean las doce, como siempre me pasa.
-Las doce. Vení conmigo a la escuela, Cecilia.
Uhhhhhhhh!!! Voy a llegar tarde. Pero por suerte voy con mi amiga Graciela, y eso me salva.
Porque sino venía el bebé de la maestra.
El Diablillo.
- Buenos alumnos. Tomen su examen y vean lo que se sacaron en la prueba de ayer. Mañana tenemos la otra.
Cecilia, tomá tus resultados de la prueba.
-A ver, a ver. ¡Me saqué....! ¡Excelente me saqué! Pensé que me iba a sacar "muy bueno".
RIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGGGGGGG!!!!!
Por suerte fueron unos pocos minutos de la escuela para ver qué nos sacamos en la prueba.
¡Y voy a hacer una pijamada con Celeste y Lucía!
Unas horitas después...
¡¡¡¡Cómo me diviertoooooo!!!!!
Soy la del medio.
Nos estamos divirtiendo mucho.
Ahora vamos a ver una película titulada "El Niño Fuego y la Niña Agua".
CONTINUARÁ!!!
Lean las próximas páginas de mi diario.
Y no como el que había tenido la otra vez con las sandías.
Estas horribles sandías!!!!!!
Y otra cosa mala: ¡¡¡¡Hoy es el examen!!!!
Y no estudié nada.
Graciela seguro que se saca un sobresaliente.
Pero yo, no lo creo.
¿Y por qué no voy a estudiar con Graciela?
¿Ustedes qué piensan, amiguitos míos que leen mi diario?
¡Me debo apurar para cambiarme y llegar temprano a la escuela!
Me falta nada más que ponerme los zapatos.
Ya termino, ya termino.
- Mamá ¿puedo ir a estudiar a la casa de Graciela?
- Bueno, está bien. ¿Terminaste la tarea?
-Sí, mamá. Ya me voy. Chauuuu. Chauuu. Muá. Muá.
Por suerte es muy fácil convencer a mi mamá.
RRRRIINNNNNNG!!!!!!
-¿Quién es?
- Tu amiga Cecilia.
-Ya te abro,
- Hola Graciela.
- Hola.
-¿Me ayudás a practicar para el examen?
-Claro que sí. Me encanta sumar. Empezá con estos pequeños papeles.
Me falta un poco para terminar. El problema es que no sé si tengo que poner la A, la B o la C.
Mmmmmmmmmmmmmmmmmm. Voy a poner la A.
- Graciela ¡terminé!
- A ver...
- Te equivocaste. Había que poner la B. Y también te equivocaste en la dos.
Por eso les digo que Graciela es la más estudiosa.
Sabe cualquier cosa que yo no sé.
De matemáticas, por supuesto.
Hablando de cosas que me salen bien, le voy a preguntar a Cecilia qué hora es.
Espero que no sean las doce, como siempre me pasa.
-Las doce. Vení conmigo a la escuela, Cecilia.
Uhhhhhhhh!!! Voy a llegar tarde. Pero por suerte voy con mi amiga Graciela, y eso me salva.
Porque sino venía el bebé de la maestra.
El Diablillo.
- Buenos alumnos. Tomen su examen y vean lo que se sacaron en la prueba de ayer. Mañana tenemos la otra.
Cecilia, tomá tus resultados de la prueba.
-A ver, a ver. ¡Me saqué....! ¡Excelente me saqué! Pensé que me iba a sacar "muy bueno".
RIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGGGGGGG!!!!!
Por suerte fueron unos pocos minutos de la escuela para ver qué nos sacamos en la prueba.
¡Y voy a hacer una pijamada con Celeste y Lucía!
Unas horitas después...
¡¡¡¡Cómo me diviertoooooo!!!!!
Soy la del medio.
Nos estamos divirtiendo mucho.
Ahora vamos a ver una película titulada "El Niño Fuego y la Niña Agua".
CONTINUARÁ!!!
Lean las próximas páginas de mi diario.
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