Pero, la hoja misteriosa, no era lo único que había encontrado.
También un frasco. Más misterioso que la hoja.
En su interior había una especie de galaxia.
Rara. Los planetas gritaban: ¡¡EEEEHHHH!!¡¡VIVA VIVA!!
¡¡CHUCHUFU CHUCHUFUFÚ!!
Era extraño. Muy, eh.
Que lo vean ustedes o que lo vea yo.
Le saqué la tapa y puse un poquito el ojo.
Por unos segundos.
Por unos largos segundos.
Y así pasó el tiempo. Hasta que asomé más el ojo.
Me pareció todavía más raro.
Entonces puse el ojo un poquito más cerca.
Y pasaron unos segundos, como antes.
Por escuchar todos esos ruidos que salían de ese frasquito lo empecé a mirar más cerca.
Hasta que pise el dedo y lo hundí dentro del frasco.
Cuando lo toqué sentí que el frasco me estaba tragando.
Ni siquiera podía moverme.
PPPPPPPPPPPPPPPPPPPAAAAAAAAAAAAAAAAAAAFFFFFFFFFFF!!
No entendí qué pasó.
Pero sabía que estaba en una galaxia rara.
Y pensé... ¡el frasco!
Asustada empecé a correr y a saltar por otras galaxias.
Y por los planetas también.
Y rebotaba como una pelota.
Cerré los ojos por un minuto y ¡voilà!
Estaba en uno de esos planetas, pero extraviada.
Y el planeta, a veces, se movía un poco.
Para arriba. Para abajo.
Para todos lados.
-Holaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! dije.
Y se escuchó mi voz rebotando como un eco.
Y también se escuchó un: "buenas tardes".
Y más abajo. Como ahora que ya escribí un montón, yme vi en un espejo, que era el que había dicho "buenas tardes". Me parecía de un juego chino.
Demasiada brillantina, para mi gusto.
China o japonesa. No importa.
Parecía el mundo de Alicia.
Los planetas bailaban, todo como si fuera un mundo loco.
O de locos.
Y como estaba tan solitario, empecé a cantar una canción.,
LALALÁ, LALALÉ, LALALÁ, LALALÚ.
-¿Quién anda ahí?"dijo alguien con voz de adulto enojado.
Me acerqué al lugar donde estaba la voz y era ¡una cosa de locos!
Un bebé que cantaba, bailaba y tenía voz de adulto.
Muy extraño ¿no?
Entonces le pregunté: "¿Usted por qué está acá?"
"Mirá" -le dijo el bebé - "Yo era un adulto normal y ese que tenés era mi frasco. Y entré a este mundo como vos y me convertí en bebé. ¿Te doy mi autógrafo?"
Entonces pensé: "Yo... ¿cómo le voy a pedir el autógrafo a un bebé que ni siquiera puede agarrar un lápiz?".
Le pregunté y le dije todo lo que recién escribí.
"Bueno" dijo el bebé "soy un bebé adulto que hasta tiene pedigrée".
¡Un bebé con pedigrée!
Esa es una raza ¿será un bebé perro?
Y me mostró el poster donde me iba a firmar el autógrafo.
Jajajajajajajajajaja.
Qué gracioso ¿no, amigos?
Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
CONTINUARÁ.
¡A LEER MI DIARIO!
Para que lo lean personas a las que le gusta mi blog,
Y también los bebés adultos que bailan.